Un cuento sin Nombre. Part 1

Posted: domingo, 22 de abril de 2012 by Juan L. in
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Un comienzo fantástico.
Nuestra historia comienza en un lugar muy lejano, bueno… mas bien en un lugar que esta mas cerca de lo que pensamos, el problema esta en saber llegar; en este lugar habitan personajes que parecerán fantásticos e ilógicos, la historia se desarrollara en un pequeño pueblo llamado… bien, ustedes pongan el nombre, y antes de comenzar la historia advierto que será toda una prueba, ya que ustedes le pondrán el nombre a los personajes y a la mayoría de los lugares, de ese modo no me romperé la cabeza pensando en nombres estúpidos si al fin y al cabo esta historia es para ustedes. Continuando, nuestra historia empieza en un pequeño pueblo de nombre “x”, un pueblo en el que lo más ilógico del mundo parecía de lo más normal para sus habitantes.
Empieza a amanecer en el pueblo y los primeros rayos de sol empiezan a bañar las montañas que rodean a la ciudad, los relojes voladores emprenden su primer vuelo de la mañana, se descuelgan de las copas de los arboles dejándose caer para después tomar impulso y dirigirse hacia e cielo, vuelan tan alto que parece que tocan las espesas nubes de la mañana y empiezan con su bullicio de alarmas, todos empiezan a campanear y se dirigen hacia la ciudad para despertar a todos sus habitantes para que empiecen un nuevo día.





Uno de ellos se aleja hasta las afueras de la ciudad y se dirige a la casa de nuestro protagonista, no se si sea en realidad una casa, ya que vive en una fruta, y ya se lo que pensaron: ya esta muy usado eso de que el protagonista viva en una fruta; les diré que no se trata de una fruta común y corriente, se trata de una fruta especial, un kiwi, pero no un kiwi como cualquier otro, si no que se trataba de un kiwi de color azul, si, azul, como el color del cielo si no se saben los colores. Era un kiwi enorme, media casi cinco metros de largo, tenia ventanas con forma triangular con los bordes pintados con un color rojo carmín que se llevaba muy bien con el color de la “casa”.
El pequeño reloj entro por la chimenea de la casa, por que incluso esta tenía una elegante chimenea, y salió por la sala de la casa. Por dentro, la casa tenia una apariencia de casa de la risa, la pared estaba tapizada con un papel con franjas azul celeste con franjas de un color azul cielo, los sillones eran extremadamente grandes para una persona normal y estaban extremadamente suaves, lo que hacia que sentarse en uno de ellos fuera todo un reto para una persona normal, ya que a demás estaban extremadamente peliagudos por que no habían recibido un buen corte en varios meses. No leyeron mal, es verdad, no habían recibido un buen corte, ya que en este lugar los sillones, el igual que los personajes y alguno que otro mueble o utensilio, necesitan un corte cada cierto tiempo, de otro modo estarían muy peliagudos y seria difícil sentarse o utilizar ciertos objetos o incluso personas, pero bien, continuemos. La sala estaba repleta de fotos con marcos extravagantes por donde pasó el pequeño reloj aun campaneando; los marcos de las fotografías eran muy bonitos, el problema era que ninguna de las fotografías era realmente comprensible, algunas mostraban manos, otras zapatos que nadie se imaginaria tomados desde un mal ángulo, otras ni siquiera se distinguía que era por que se habían tomado en movimiento.
El reloj pasó casi golpeando una extraña lámpara con forma de espiral con una de sus largas alas y subió volando hacia el segundo piso donde se escuchaban unos fuertes ronquidos. La puerta del dormitorio donde provenían los fuertes ronquidos estaba semiabierta y el reloj no lo pensó dos veces antes de precipitarse contra esta y abrirla de golpe. Dentro, se encontraba un bulto sobre la cama cubierto con varias sabanas de varios colores, mismo que al escuchar que la puerta se abría de golpe y que entraba un reloj volador con todo y su escándalo se levanto de un salto gritando -¡Ya cállate, maldición. ¿Aquí no puede dormir uno en paz o que?, ya se que ya son las seis y que tengo que ir a trabajar!- El reloj dejo de sonar asustado de lo que le fuera a pasar y lentamente se le acerco a nuestro protagonista dándole un pequeño golpecito en el hombro, este se volvió hacia el pequeño reloj cuando vio la hora que marcaba, de repente la cara de nuestro protagonista se lleno de pánico al ver que ya eran 6:30 y que se le hacia tarde. De inmediato tomo al pequeño reloj con las dos manos, ya que este intento escapar de inmediato, y se lo llevo hacia una de las ventanas del kiwi donde lo libero y este se perdió a la distancia.
No es que nuestro protagonista fuera una mala persona, es solo que era muy impaciente para todo; de inmediato se dirigió al baño para darse una rápida ducha, después se dirigió hacia el lavabo y se miro preocupado al espejo. Su cara era de un color anaranjado, tenía unas espesas cejas que se perdían entre su larga y alborotada cabellera de color verde, se lo que van a pensar: parece zanahoria; pero no, no lo era en lo absoluto, solo parecía zanahoria. Para no estar escribiendo la frase “nuestro protagonista” para dirigirnos a este, lo empezaremos a nombrar como Al, ya será cuestión de ustedes si le quieren dejar este o cambiárselo, pero de ese modo no pareceré loro repitiendo el mismo estúpido enunciado una y otra vez, en su lugar repetiré un estúpido nombre una y otra vez, pero ya, continuemos.
De inmediato se cambio por que se le hacia tarde para su compromiso, se puso un pantalón que parecía ser de algún material plástico de color azul marino., acompañado de una camisa blanca con un confuso diseño en cada extremo y unos tenis rojos que aparentemente o no los había usado mucho o los acababa de comprar, casi estaba de salida cuando se percato de que hacia frio, por lo que volvió al dormitorio para llevarse un saco que hiciera juego con lo que llevaba puesto, se coloco rápida y desesperadamente un saco de peluche color rojo carmín adecuado para el día, ya que cada vez se nublaba mas el cielo.
Bajo las escaleras corriendo y salió de inmediato de la casa, cruzo rápidamente el jardín de la casa esquivando las flores multicolor, y con multicolor no me refiero a que fueran de varios colores, sino que cambiaban constantemente sus colores y tonalidades, que adornaban el pequeño pasaje entre la cerca de madera de la casa y la puerta de la misma. Tomo impulso y salto rápidamente la cerca camino a su bicicleta. Esta tenía un diseño particularmente especial, ya que era una enorme rueda con dos soportes a los lados para que se sostuviera, era de color plateado y el asiento de color rojo hecho de una especie de material que lo hacia bastante cómodo a pesar de su apariencia. Se subió a esta y al presionar un botón los soportes se contrajeron hacia la enorme rueda que era la bicicleta desapareciendo debajo de esta al mismo tiempo que empezó a girar de modo que solo lo hacia el exterior sin que lo hiciera el lugar del pasajero preparándose para partir.





Detrás del inusual vehículo se encontraban algunos arboles peculiares, se trataba de unos arboles llorones que le hacían señas a Al de que fuera con ellos, pero el hizo caso omiso de su invitación y partió rumbo al centro del pueblo.

4 comentarios:

  1. Susy says:

    mmmmm interesante
    ^.^

  1. Anónimo says:

    único jaja

  1. Anónimo says:

    único jaja